martes, 4 de diciembre de 2012

"MIEDO A LA CRISIS"


Un padre valenciano que tenía un campo de naranjas, envió a su hijo a estudiar ciencias económicas a la prestigiosa universidad de Yale en EEUU de América.

Mientras su hijo estudiaba economía, para pagar la carrera del hijo y poder sobrevivir el resto de la familia, el padre empezó a vender sus naranjas en un puesto de carretera.

Como cada curso era más caro y las necesidades de la familia también eran cada vez mayores, el padre fue comprando la producción de otros campos de naranjas y poniendo más y más puestos de venta de naranjas en la carretera y así logró pagar la carrera del hijo, mantener bien a la familia y dar trabajo a varias familias del pueblo que atendían los puestos de naranjas que el padre iba poniendo en la carretera.

Cuando el hijo terminó la carrera y regresó a Valencia, el padre, muy contento de como le iba el trabajo gracias al cual, había podido pagar la carrera de su hijo y mantener a la familia, le llevó a enseñarle los kms. de carretera que tenía plagados de puestos de naranjas y muy orgulloso de su hijo se lo fue presentando a todas las familias que atendían los puestos




Cuando el hijo vio todo aquello, le preguntó ¿Padre, tienes un plan de negocio para rentabilizar todo esto? Y el padre muy satisfecho le contestó pues claro hijo, durante el año cultivo los naranjas de nuestro campo y compro la producción de los campos vecinos, cuando están maduras las recojo, las pongo en cajas y sacos y cada día las reparto por todos los puestos de la carretera y así todos los días de la temporada y ahora que has venido tú he pensado hacer lo mismo con patatas y así, en lugar de cubrir solo la temporada de naranjas podremos cubrir todo el año. ¿Qué te perece? ¿A qué es genial? 


El hijo no salía de su asombro y le dijo, pero padre ¿No sabes que estamos inmersos en una tremenda crisis? A lo que el padre le respondió hijo ¿Qué es una crisis? El hijo le explicó en que consistía una crisis y le recomendó que hiciera un plan de negocio y empezara a cerrar puesto de naranjas urgentemente.

Como el hijo había estudiado tanto y en una universidad tan importante, el padre cogió MIEDO a eso que su hijo llamaba CRISIS y le hizo caso.

En muy poco tiempo aquel floreciente negocio de distribución de naranjas cerró todos los puestos, los compradores se quedaron sin poder comprar y muchas familias del pueblo se quedaron sin trabajo y el padre se murió de pena viendo que aquello que había montado con tanta ilusión y que le había permitido pagar la carrera de su hijo, dar trabajo a tantas familias del pueblo y él vivir holgadamente con su familia, se había ido al garete por culpa de algo que él no conocía y GRACIAS a que vino su hijo ECONOMISTA y le explicó lo que era una crisis se había salvado de un seguro desastre económico.



Moraleja.

Tal vez, si los políticos y los técnicos de la economía se centraran todos realmente en sacarnos de la crisis en lugar de empeñarse unos y otros en explicarnos en que consiste, (cosa que ya sabemos y sufrimos cada día) probablemente estaríamos mucho mejor.
Con esto no quiero minimizar la magnitud de esta crisis, pero solo hablando de ella no se solucionará. Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra para salir adelante y sobre todo, sin esperar ayuda de nadie.

Cuanto antes entendamos y asumamos todos que esto ha cambiado para siempre y ya nada nunca volverá a ser igual, “antes volveremos a poner puestos de naranjas en la carretera”.

Los comerciantes tienen que entender, que antes los clientes les compraban y de ahora en adelante tendrán que vender y con mucho esfuerzo y profesionalidad. Y los compradores tenemos que aceptar cuanto antes que hay que replantearse el poder adquisitivo, para adaptarlo a la nueva realidad económica (la mal llamada crisis) que todavía durará muchos años.

El comercio, si quiere seguir, tiene que ajustar precios y hacer ofertas para adaptarse a la capacidad compradora del consumidor y el consumidor tiene saber aprovechar las ofertas más ventajosas para él y sacarle el máximo rendimiento a su poder adquisitivo.

Gracias por llegar hasta el final, saludos cordiales y hasta el próximo post que hablaremos de “Otra forma de comprar”.




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